Los programas de GAPbuster refuerzan un aspecto muchas veces olvidado de la gerencia de marca: la gerencia de lo que la marca promete al cliente.
La publicidad y el mercadeo buscan dar forma a las expectativas que los consumidores tienen de una marca, pero solo el satisfacer a los mismos resulta en la creación de una posición líder de la misma en el mercado.
Consecuencia de lo anterior es que la efectividad de una campaña para establecer una marca es afectada por factores que son ajenos al control del mercadeo. La realidad indica que el elemento definitivo en la creación de la imagen de una marca es cuando se produce el contacto final con el cliente y eso sucede en el local de ventas, a nivel personal y por eso lo llamamos “el momento de la verdad”.
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